05 enero, 2012

01 enero, 2012



n'oublie pas ton sourire pour ce soir si tu sors

NOIR DESIR.

31 diciembre, 2011

El resplandor



Por las noches, dormir es todo un trabajo. El viento que azota las palmeras llena de infinidad de sonidos extraños todo el ambiente. Pareciera que un ejército de alimañas marchara por el tejado de la habitación. El falso techo de “palhas” de carnauba bombardea con partículas de polvo, hojas e insectos suicidas. Algún fantasma golpea la puerta de la habitación, usa alguna contraseña de antaño. Un poco de algodón para tapar los oídos, para separarse por unas horas del zumbido de este viento celoso e infatigable {La respiración se hace más sonora, la saliva que baja por el esófago, los retorcijones, toda la maquinaria interna resuena a partir de los tapones. Será esa la fórmula para lograr una verdadera intimidad, un monólogo de sonidos incomprensibles? Pareciera demasiado fácil. Hasta la concentración en la Traversa de zumbis de Jubiabá se hace más corpórea. El macumbeiro va sanando personajes de papel como un mesías resucitado} El libro de Amado que costó dos reais avanza lentamente en la lectura intermitente que puedo darle. Algunas palabras logran escaparse a toda comprensión, otros juegos de palabras se confunden en mi gramática española. Pero como sea puedo entender que “o peqneno” Baldo es de los preferidos del macumbeiro, que “Zé Camarao” es un chanta y que la “velha Luiza” está más que “doida”.
Leer en portugués hace que los párpados pesen más, mucho antes. El reloj no llega a las 9. En un rato quedaré knock out, del otro lado de la razón, donde soy un personaje inconsciente, como si el Baldo grande lo hubiese embocado de un "upper cut". Pero no, la cuestión es que cuando ya casi estoy dormido, perdiendo el tiempo en el mismo renglón por enésima vez, una rata grisácea pasa eléctrica por el tabique de la pared externa. El susto me despabila sin pedir permiso y, automáticamente, soy consciente de que no podré dormir como lo estaba haciendo, casi flotando, leve como un diente de león. Me levanto y doy vueltas sin sentido, dejo los tapones y enciendo todas las luces. Con un palo de escoba sin bruja golpeo el falso techo para ver si alguna bastarda está trasnochando encima de mí como un mal sueño. Puteo, cagándome en la suerte de tener que ver a la rata, si tan solo me hubiese dormido 5 segundos antes, si me hubiese llevado el ¡macumbeiro!
Para colmo, el viento se desamarra de su timidez nocturna y agita todo a su alcance. Los ruidos son pasos de ejércitos de ratas, “casacos” y lagartos. Decididamente no voy a poder dormir. Salgo linterna en mano. El pasillo es angosto y largo, de unos 30 metros. Hago luz con la linterna para ver si encuentro alguna enemiga. Nada. La posada, grande y deshabitada, me lleva a fantasear con el hotel invernal de "El resplandor", me visto de Jack Nicholson tropical y subdesarrollado, y con la linterna envuelta en la espesura negra de la noche subo al segundo piso. El viento silba; el resplandor es aún más patente. La noche chilla. Una puerta enorme y oxidada separa la escalera del estar del piso superior. Dudo un segundo sobre lo que hay del otro lado. Siempre dudo. Una de las ventanas está abierta, el viento silba rabioso, las palmeras son bailarinas de festejo en una noche de suceso. Me animo con la linterna encendida. Abro. ¡El resplandor!

25 diciembre, 2011


IcaraIzInho


                Una veintena de molinos corta el firmamento. Las hélices señalan horas dispares de espacios olvidados. La bahía de Icaraí de Amontada se destiñe ante los rayos eléctricos del fin del día. Tres cometas juegan de cara al viento. A la distancia, en la playa, la silueta sin vida de algunos niños corre detrás de una pelota. El cielo abandona el celeste y tímido se sonrosa. El aroma a pescado llega por la espalda. Un pescador avanza por la playa montando bicicleta, carga bolsas repletas de serras y langostas. Icaraí se deshace del día con el viento remontando su último bostezo. Sobre la playa, la arenilla desfila con altanería.  Los coqueiros aplauden en silencio mientras el manto estelar de la noche revive sus mejores tiempos.

20 diciembre, 2011

Zindinero

"Los hombres que pierden la salud por juntar dinero, y luego pierden
el dinero para recuperar su salud; por pensar ansiosamente en el
futuro olvidan el presente, de modo que acaban por no vivir ni el
presente ni el futuro, viven como si nunca fueran a morir y mueren
como si nunca hubiesen vivido"

                                                                                 B U D A.

09 diciembre, 2011

Le désir révolutionnaire

Il n’y a que du désir et du social, et rien d’autre.


Le désir est révolutionnaire parce qu’il veut toujours plus de connexions et d’agencements.


Un « groupe-sujet » (…) est celui dont les investissements libidinaux sont eux-mêmes révolutionnaires ; il fait pénétrer le désir dans le champ social, et subordonne le socius ou la forme de puissance à la production désirante ; producteur de désir et désir qui produit, il invente des formations toujours mortelles qui conjurent en lui l’effusion d’un instinct de mort ; aux déterminations symboliques d’assujettissement, il oppose des coefficients réels de transversalité, sans hiérarchie ni surmoi de groupe.



Gilles Deleuze


LOST

Pourras-tu le faire i'm lost...
pourras-tu le dire
tu dois tout essayer
tu dois devenir
Tu dois voir plus loin
tu dois revenir
egaré en chemin
tu verras le pire
Pour trouver le sud
sans perdre le nord
après les certitures
au-delà des bords
I'm lost but i'm not stranded yet
i'm lost but i'm not stranded yet
Dans les yeux des femmes
dans la marie-jeanne
dans la techno-cité
pour manipulés
Grand combat de chairs
colline enflammée
dans l'ombre ou la lumière
pôle halluciné
Pour courir ventre à terre
brouillard et fumée
consommer consumer
recracher de l'air
Dans le dérisoire
dans les accessoires
dans le feu des possibles
au coeur de la cible
Dans la paranoïa
dans la schizophrénia
un maniacopéra
pharmacopérave
I'm lost but i'm not stranded yet
i'm lost but i'm not stranded yet
Entre les dérapages
entre les lignes d'orages
entre temps entre nous
et entre chien et loup
au maximum du voltage
a peine est passé le message
au fil du rasoir
Encore une fois c'est la vie qui s'entête
acharnée au-delà des images qu'on reflète
chacal, charogne, chaman, sachem
magie noire ou blanche inscrite à la sacem
Des poumons d'or
belphégor
ici, maintenant, à la vie, à la mort
n'oublie pas ton sourire pour ce soir si tu sors
un jury t'attend n'injurie pas le sort
Entre les dérapages
entre les lignes d'orages
entre temps entre nous
et entre chien et loup
au maximum du voltage
a peine est passé le message
au fil du rasoir
Dans les corridors
sur les baies vitrées
des insectes écrasés
qui chechaient de l'or
Dans les ministères
dans les monastères
dans les avalanches
au bout de la planche
Des combats d'autorité
des conflits d'intérêts
des types ignifugés
veulent ma fusée
Des désenchanteurs
un train à quelle heure
des pirates des corsaires
sans aucun repaire
Tu dois voir plus loin
tu dois revenir
tu dois tout essayer
tu dois devenir
tu dois devenir
tu dois devenir
I'm lost but i'm not stranded yet
i'm lost but i'm not stranded yet
                                                                                                          noir_desir

06 diciembre, 2011

dosis

Dosis

Escribo en una libreta del tamaño de una palma de mano. Hay pocas hojas, por lo que casi automáticamente escribo en mi lengua de conquista; en el muro alguien vuela, alguien flota febril sobre la marea histérica; muchas lenguas entrelazadas a un mismo idioma pirata. Del otro lado del “balcão” alguien piensa en suicidios –extraño, pero la palabra suicidios incluye a dios- y graciosamente no soy yo, por suerte hoy no tengo nada que ver con la muerte.
Explicar esto, este texto en la palma de la mano, sería como explicar mi relación tortuosa con la escritura. Pero la verdad es que no soy bueno para explicar, sólo escribo, desarmo palabritas muertas y palabras de Nadie. Alguien que no soy yo pregunta quién es nadie, y, obviamente, no tengo respuestas; escribo en parte para eso: para no tener respuestas. Vivir es buscar respuestas, escribir es otra cosa; deshacerse; y qué bueno es hacer cosas sin pensar. No pienso lo que escribo, pienso exactamente (y sin saberlo) cuando escribo. Escribo rápido para no ser interrumpido, después no entenderé mis propias palabras, esas letras cursivas fuera de sí, pero es inevitable, como así también es inevitable que sé que pronto, en cualquier momento, alguien invadirá mi espacio; y pocos son los educados, pocos los considerados y poco menos los atrevidos.
Nadie llega. La dosis termina.

03 diciembre, 2011

Nunca nadie olvida un amor sin despedida

El bolígrafo tiene el trazo duro, o es mi mano ociosa que ya no puede con su peso. La brisa de Taíba no da respiro; la maresía oxida desde las hojas de los coqueiros hasta los sentimientos dados por muertos. Nunca nadie olvida un amor sin despedida. Las letras son duras impresiones que no lloran, ¿cómo hacer para olvidar o recuperar lo perdido? El trazo cada vez más duro, las curvas que se deforman; sensaciones ilegibles; una soledad cruda seca sus lágrimas con los silbidos del viento.
¿Cuánto tiempo más hasta el olvido?

Sinrazones desamparadas; las sábanas flotan por la galería, pronto se tornarán fantasmas de conquistadores y conquistados. El zumbido ralla la locura, mientras la canción interminable dice que mires a tu alrededor, que alguna vez todos debemos aprender. Tu corazón cambia.
Casi se hace imposible seguir, la dureza del bolígrafo acaba con mis fuerzas; primero el hombro tieso, el brazo desgarrado en un grito y cada uno de los dedos en parálisis por el peor pavor del tétano más inspirado.
Sin dudas, alguien llora del otro lado del océano. Volarían estos ojos para expiar de culpas a ese corazón tierno pero tardío; ¿cómo olvidar si aún se ama lo perdido? A nadie le gusta perder, ser buen perdedor es otra cosa. El trazo lento, casi disecado… Ni siquiera el viento puede agilizarlo, y eso que, sopla y corroe, da vueltas y se deshace de toda chance de vida; las raíces echadas al cielo y la ventana abierta por donde se mantienen encendidas todas las velas; el viento no sabe de plegarias, nada más libera sus ganas; y el bolígrafo…

…que aún sigue, a pesar de su inclemencia, sigue y continúa,
va hacia su rincón sin respetar orden, ni océano, ni puto viento, ¡no hay Levante que pueda alzarlo!, sus letras están por fin perdidas, vencidas ya en un remolino repleto de entuertos y hojas ajenas, de aspidistras, y querellas tuertas que guiñan el ojo…

Y allí, justo en el centro, halla su fin, el último trazo donde
 yergue muerto su cuerpo sin Sueño.

25 noviembre, 2011

torbellino que enciende penas entre palmeras

Deliro que es verano
Líneas ondulantes de color acabado

Alguien llora sus falsas primaveras
No hay retorno; hoy está terminado

Deliro sueños de otros días
Delirio-vidas de almas perdidas;

Abrasa el viento y da vueltas,
Torbellino que enciende penas entre palmeras

Delirio y sueño, vidas de otros lados
Nadie en la borda en el diario de nadie

Delirio que deliro; retumban tambores
Delirio que es otro verano ajado

Delirio de Nadie que no es conmigo
Rumor de mar; algo prestado

20 noviembre, 2011

suspensión

Las velas flotan al borde de la ventana,
el viento las traspasa como si fueran paredes, muros invisibles
de fantasmas demasiado vivos;
hay un suspenso,
la inspiración de un capitán ante una decisión definitiva;
el océano abrasa; nadie respira:
es solo un segundo
y las velas ya no están suspendidas,
inflaman el cielo de fuegos multicolores
El sol derrama su virilidad sobre el mundo que acaba,
alguna marioneta suspira,
solo queda un poco de vergüenza;
el caleidoscopio fiel se renueva.

O olho da piedade

19 noviembre, 2011

wake up

Dosis de Pessoa

>>Dono do mundo em mim, como de terras que não posso trazer conmigo.


>>Nunca aprendi a existir.


>>Tudo que quero consigo, logo que seja dentro de mim.


                                                                                      livro do desassossego, f.p. <<

16 noviembre, 2011

Deliriums


Me pregunto porque no estoy escribiendo y me lo pregunto mientras escribo.
Extrañamente, si es una respuesta, aún no la entiendo. Nunca siempre se entienden
las respuestas, las soluciones, los milagros. Siempre queda algo más. Me distraigo.
El viento flota en la habitación como un aire de pesadillas, con ese afán inminente
de un golpe, de una explosión, de un crimen o de una pasión; todo aquello que sea
un poco trágico. Escribir lo es, no escribir aún más. El viento flota. 


El silencio es de las nubes y de los pasajeros sordos.


La lucha contra el demonio se toma su tiempo, macera, se deja estar a gusto.
El viento flota y las sábanas están ajadas. Tomo el libro de Zweig, es un libro viejo,
de tapas duras, del tamaño de un cuaderno de escuela primaria. El forro está impecable
en su desgaste inevitable, tanto en la tapa como en la contratapa y el lomo. En la tapa,
además, tiene grabada una lámpara de Aladino sobre un triángulo negro; secreto de genio.
La conquista fue inmediata. Es un libro perfecto, una obra de arte completa. Al abrirlo, un aroma fantasmal a tabaquillo se entrevera con el tueste de las hojas, embriaga los sueños y delirios de tres alemanes suicidas y poetas, poetas y posesos, poetas y prisioneros. 
Entonces, ya no escribo y al leer comprendo todas esas respuestas impensadas.

11 noviembre, 2011

Barra das lenguas

Otra troupe de teutones. El alemán se me torna indescifrable; de fondo la música es en fránces; justamente se están yendo cuatro franceses que se quedaron por 2 días. Injustamente son de Toulouse {Toulouse, la ville rose, ciudad a medida, histórica, acogedora, prometedora, jovial, lejana, inaccesible, desesperanzadora, ensoñada; souvenir desgarrador} Ma mélancolie se vuelve saudade, extraño padecer que esta vez no duele tanto, porque la melancolía duele, pero a saudade não. Pareciera que los brasileros se toman los recuerdos con alegría, como si el desapego, la independencia sentimental fuera parte de su aprendizaje natural. Por mi parte, siempre tengo melancolía y poca saudade; los recuerdos, sean gratos o no tanto, duelen, por su ausencia o por haberlos fracasado. A saudade do Brasil nunca padece tristeza, así  lo canta Vinicius de Moraes, paradoja mediante, en "Tristeza", el título sólo parece una excusa, una broma, una trasnochada combinación de humores empapados en whisky,  "el mejor amigo del hombre", ese perro en botella para el poeta carioca, que canta, que más que cantar susurra "quero de novo cantar".

08 noviembre, 2011

Auszeit

Vavá pega almorço no balcao, ele lê um journal de treis dias atras. Quando pergunto-le "como esta?" ele responde tranquilo "hoje tranquilo", riu e ele tambem, está tudo mundo tranquilo hoje...
O gallego não esta, foi a Fortaleza, tem negocios e outras coisas, um poco tambem pra mudar o ar, trocar o ambente e dar respiro à gente. A Clemilda va e viene, com um olho para cada lado, ela se desdobra entre a limpeza e a cozinha, mas hoje fica mais de 3 horas fazendo a limpeza da cozinha, tem muita bagunça, de manhá pegaram café como 10 alemaes e eles comem como se estivessem em guerra o se preparando pra uma. O velho   inglese Peter quasi cae sim quer na piscina, e o mais velho kiter que conheci por agora; fala espanhol, so um poco, ama Buenos fuckin Aires, conta-me que viaja duas vezes pelo ano pra Argentina. Gosta da cidade. Marlene caminha com seu passo cansado, arrastra as penas da separaçao de seu esposo, ele foi a Recife para trabalhar e agora ficaram separados por um tempo. Ela tem uma saudade que nao parece brasileira, é mais tristeza que outra coisa. Pasadas as 11.30 chega a Bomba Rita, a cozinhera, "professional", como ela gosta de afirmar tudo tempo, ela vem gritando, a voz dela é assim, nao precisa de elevar o tom, ela tem un tom chillón, ela é robusta e forte, com caráter e boa mao pra cozinha. Hoje faz feijoada e os alemaes gostam muito da sua comida. Enquanto comença cozinhar arriva Wili, o filho de Dona Rosa, a mulher da limpeça da pousada dos vascos, ele tem dois olhos gigantes que pidem a gritos mais amor; seu pae nao vive com ele. Wili vem tudos meiodias, depois da escola, a brincar com eu. Saludo ele como sempre "Wili meu amigo", ele ri mas não diz nada, fala pouco, mas quando ele entra na piscina começa a rir e gritar a vontade. Vavá ja está pegando a sesta na rede, não sei como ele faz porque a música é alta suficiente como para nao deixar dormir. 
Os alemaes vam embora, algums são mais simpaticos...
Penso em pegar a sesta, mais soamente penso a sesta, cuando estou na rede o sonho fuge e o vento empuxa ao mar... Não penso mais.

MariaJuana was born near USA

"(...) En el marco de la sangrienta guerra contra los narcos, las autoridades del estado de Guerrero decidieron realizar el operativo Guerrero Seguro. Durante la maniobra, 200 policías federales, 83 efectivos de la marina, 250 policías estatales y 43 agentes de la fiscalía procedieron a trasladar a 60 presos desde la cárcel de la ciudad de Acapulco a otras cárceles federales de alta seguridad. Al ingresar al penal encontraron a 19 prostitutas instaladas en el pabellón de los reos masculinos, seis gallos de riña y dos grandes bolsas de arpillera repletas de marihuana.(...)" (página/12)

03 noviembre, 2011

Bajo la rue des cascades


            El viento sopla en continuado, tiene apenas un descanso entre las 5 y las 6.30 de la mañana, casualmente, la hora y su medida en la cual mejor descanso. No me entero de nada durante esos 90 minutos. Y esto tiene relevancia, porque hasta las 5 no puedo dormir, solo doy vueltas en la cama, dormito un poco y me despierto de golpe, con cierta angustia por el vidrioso sueño quebrantado, por la difícil tarea de rehacer dicho engranaje onírico y por encontrar al casaco. Me levanto, voy hasta el baño que no es baño y si un injerto a la habitación, cubriendo una de las paredes. En cada extremo dos puertas de esas que solo tapan del cuello a los tobillos, como si la desnudez fuera a atreverse a salir insomne, para dejar la cabeza y los pies a la vista; me transformo así en un hombre con cabeza branca, tronco de puerta y pies de atleta fracasado; como sea, de un lado la ducha y del otro lado el inodoro, en medio el lavabo con un espejo pequeño, sin tórax y descaradamente exhibicionista. Entierro mi insomnio en el recuerdo del sándwich “Pescadores” del taibense Eliverton, un demonio que maneja un puestito de 2 x 2 frente a la plaza de Taiba y vende a gringos algunas que otras sustancias, lícitas e ilícitas. La indigestión parece hermanada al viento, vive en continuado, cada día, de apurones al baño... Podría pensarse que la paso mal, pero no, todo esto es lo que me gusta, esa diferencia que hace que la vida sea más vida porque simplemente es vívida, cada situación, cada momento, sus circunstancias y todas sus impresiones. Cada palabra está viva, más aún, se llena de algo que no entiendo, algo así como cuando un globo se carga del aire del más feliz de los niños… no es sólo aire, hay algo más. Entonces adoro esta indigestión y así también la crueldad de este insomnio. No escapo, en realidad busco matar el hambre. Misteriosamente, estoy más vivo durmiendo menos, y el caudal de actividades no cesa en todo el día, como si fuera ese mismo viento el que da aire para inflar los ánimos, velas que sobrevuelan la tierra, henchidas de esa maresia histérica que enamora.
Suenan por la rua las cascadas de un pianista francés, desalmado de todos los sentidos; una sirena canta, en realidad se lamenta de todo Ulises huidizo, absurdos de hombres que van y vienen, que no pertenecen a la tierra, para hacerse de todas las ondas que crecen con el clamor del viento.
            Me despierto de golpe una vez más, estoy en la rue des cascades, mojado completamente, dormido dentro de alguien que despierta y que canta, oigo su canto en la lengua madre de piratas, el piano francés que suena, el viento que flota y yo que estoy en él, soplando, intentando que se mantenga en el aire como un pedazo de seda que pudiese ser, tranquilamente, un pedazo de papel, frágil e imposible. También alguien me lavo bajo la cascada…, y tampoco cuando despierto veo nada, siento la nada, oigo la nada… no recuerdo, cuando estoy despierto ou acordado; pero sí sé que alguien me lavo bajo la cascada.
            Me despierto una vez más, todo está silenciado: no hay silencio, pero el mundo parece amordazado; el viento no sopla ya; son las 5 am, la hora en que existe una tregua entre la tierra y las fuerzas mayores, la hora en que todo comienza de nuevo y en la que por fin, en mi medida, voy a dormir para el sueño volver a hallar bajo los aplausos de la rue des cascades.